El Athletic salió convencido que era inferior al Werder Bremen, así se lo hicieron saber todos los cronistas deportivos, y los rojiblancos, y se lo creyeron, incluido Caparros.
Los nuevos experimentos del técnico, una vez más, no dieron resultado.
El Werder Bremen nos metió dos goles en el primer tiempo, y sin que los nuestros se enterasen. Puedo cambiar el partido si Toquero llega a meter un gol cantado tras una brillante jugada de Llorente, pero Toquero “el lehendakari”, falló lo que solamente puede fallar…Toquero. Demasiado fácil, para “ el lehendakari”, al alavés le gustan las cosas un poco más difíciles…Toquero, es así.
Dos cero, primera parte penosa, penosa de fútbol, penosa de planteamiento, y penoso Castillo, que al paso que va, podría ir pensando en llamar a algún ex rojiblanco y a la vez ex txuri urdin, para preguntar que tal se vive en Soria, el Numancia podría ser su destino la próxima temporada.
La segunda parte cambió. Quizás por la salida de Munain que, acompañado por sus ganas de jugar, contagia a sus compañeros, o por los propios jugadores que vieron que podían ganar al Werder Bremen.
Gol de Llorente a falta de los minutos de descuento, nos quedaban dos o tres minutos de ilusión, pero no. Amorebieta se encargó de quitarnos esos minutitos de esperanza, cometió un penalti de libro…y se terminó el partido. Tres a uno.
Lo mejor: El Nacional y el Austria de Viena empataron a uno…seguimos los segundos, seguimos clasificados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario