domingo, 27 de septiembre de 2009

Cero a cuatro (4)…y gracias


Después de un cero a cuatro, que bien pudo ser un cero a seis, o siete, u ocho..¿Que podemos decir?

Podemos pensar que no entendemos como un equipo puede cambiar tanto en una semana…podemos pensar que  lo que sucedió hace una semana fue un espejismo…podemos pensar que el Sevilla nos puso en nuestros sitio, lejos de los grandes…podemos pensar en olvidar este partido rápidamente, y ver que pasa en el siguiente.

Nos barrieron en todo, en todo…en fútbol, en táctica, en marrullerías…, nos dieron un buen repaso.

Del partido solamente me quedo con una imagen captada por la televisión. Primer tiempo, el Athletic ya perdía por tres goles y el Sevilla creaba ocasiones sin parar, la televisión nos ofreció un medio plano de Caparros gritando, saltando, dando ordenes, masticando chicle…..y al fondo se veía a Jiménez, alucinado, mirando a Caparros.

¿Qué estaría pensando Jiménez?

Igual Jiménez estaba con esa cara de alucinado por las ordenes que estaba dando Caparros... visto lo visto, Jiménez, discípulo de Caparros, ni da saltos, ni come chicle, ni se gira sobre si mismo…algo ha aprendido de su maestro. No hay que hacer chorradas para organizar y dar ordenes a un equipo. Con cero a tres en el primer tiempo…mejor meterse en el banquillo y que no te vea nadie.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No voy a entrar en otras consideraciones, porque tengo abatido el sentimiento rojiblanco. Pero sí hacerte una apreciación: Jiménez tuvo un detalle tan pernicioso que merece ser criticado con abierta rotundidad. Cuando uno de los jugadores provocó la enésima caída aparatosa para ralentizar el partido y crear el ambiente marrullero que tanto gusta a este equipo tan arrabalero, el entrenador sevillista se puso a aplaudir irónicamente al Athletic porque sus futbolistas decidieron seguir la jugada. Pues bien, el "lesionado" jugador del Sevilla se levantó segundos después, no necesitó ayuda médica y se reincorporó con absoluta normalidad. No quiero pensar que Jiménez haya podido aprender semejantes detalles de sus predecesores en el banquillo...

Tomás Ondarra dijo...

Todo se aprende del maestro Caparros. Lo bueno, y lo malo...Caparros creó un Sevilla marrullero, y también intentó hacerlo con nuestro equipo, acuerdate de los primeros partidos en nuestro club, donde Ocio y Amorebieta eran expulsados cada partido.

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