Si en la última jugada del partido, el corner sacado por Yeste y cabeceado por Iraizoz llega a ser gol…se cae La Catedral. Unos minutos antes San Mamés también se cayó, y se hundió al ver como David López era incapaz de meter el penalti que prácticamente aseguraba el empate .
La primera parte pareció de tanteo, de respeto, los dos equipos dejaban a la suerte de Llorente o de Villa su juego, pero Fernando se rompió a los 30 minutos…y a todos se nos pasó por la cabeza que el cero a cero, y que un puntito, sería buen resultado.
El segundo tiempo comemos igual, respeto, tanteo y en la cabeza de todos Villa…pero saltó al terreno de juego el pequeño Muniain y a los siete minutos se inventó un gol de viejo zorro del área.
El gol enfureció y despertó a los valencianos que cuatro minutos después empataron, como no, por medio de Villa.
Trece minutos después Koi choca contra Mata, o Mata contra Koi, y el árbitro Rubinos Pérez ¡¡¡ que malo !!!, manda injustamente a Koi a la caseta.
El empate volvía a ser el mejor resultado posible, pero el Valencia quería más, y en el minuto 83 tras un rechace de Iraizoz, Mathieu marca el segundo gol.
Ya no nos quedaba ni el empate. Ir perdiendo, con uno menos y sin Llorente de referencia era un trabajo prácticamente imposible, hasta que Javi Martínez se inventó un penalti faltando tres minutos.
El empate volvía a ser un buen resultado, solamente hacía falta meter el penalti y aguantar tres minutos, pero David López…lo falló, y el empate volvió a esfumarse.
Un empate que habría sabido a victoria, como contra el Barcelona, pero esta vez, no pudo ser.
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