Hoy nos ha tocado volver a ver un partido que es el fiel reflejo del entrenador del equipo. Durante toda la primera parte el Athletic volvió a naufragar. El Espanyol nos perdonó la vida, y solamente Osvaldo marcó un gol en la primera parte. Amorebieta y San José se vieron totalmente desbordados por el juego catalanes, e Iraizoz salvó de una goleada de escándalo a nuestro equipo.
Desastre total. Mal planteamiento y ridículo total.
Tras el descanso, ha tocado arrebato, a por ellos, y salió bien. Ha salido como le gusta al entrenador, lucha, remontada, garra, las gradas rugiendo, los jugadores enchufados...y los tres puntos se quedan en Bilbao.
Que las remontadas, la furia, el carácter...no nos tapen las carencias de nuestro equipo durante el primer tiempo. Con un poquito de suerte, el Espanyol habría sentenciado el partido con un resultado escandaloso.
Si llegamos a perder, en estos momentos estaríamos cuestionando el juego de nuestro equipo, del baño que nos ha dado el Espanyol, del mal planteamiento, una vez más, de Caparrós...pero los milagros existen en San Mamés, los jugadores han tirado de casta, de orgullo, y gracias a Llorente, y a un golazo espectacular de David López hemos ganado el partido.
Increíble, pero cierto.
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